Para muchos, fue un buen presidente porque se supone que “enfrentó” al crimen organizado. Lo cierto es que sus números hablan por él y durante su gestión, los números rojos aumentaron a niveles macro: incremento de la violencia, aumento de la pobreza (según datos de un estudio del ITESM) y a un aumento de la deuda pública (por ejemplo, la de PEMEX subió un 97%). Además, según el INEGI, durante su sexenio, se llevaba a cabo un homicidio cada 30 minutos y su “guerra” contra el narco dejó más muertos (y niños convertidos en soldados) que los recientes conflictos de Irak o Libia.
top of page
bottom of page
Comments